Los insectos dedican buena parte de su tiempo a limpiarse sus antenas. Lo hacen para mantenerlas limpias en todo momento y eliminar las sustancias que se les pueden adherir e interferir su sistema olfativo.

Las antenas de los insectos desempeñan un papel fundamental en la captación de sustancias olorosas, la detección de la humedad del ambiente o la textura de las cosas.  Les sirven por tanto para cosas tan primordiales como localizar el alimento, la pareja o los posibles enemigos.

Existen diversos métodos para hacer la limpieza de este importante órgano. Las moscas o las hormigas se limpian las antenas con sus patas delanteras. Sin embargo, en el caso del insecto que nos ocupa hoy, la “Santa Teresa enana” (Ameles spallanzania), que es pariente de la mantis religiosa, se acerca la antena a la boca con ayuda de las patas delanteras y luego la limpia cuidadosamente haciéndola pasar entre su boca. Comparte método de limpieza con nuestras bien conocidas cucarachas y es que, aunque nos parezca mentira, son unos insectos muy limpios.